viernes, 26 de mayo de 2006

Y escribir para no morir,
escribir para no caer en la locura,
y para trascender aún después de la muerte,
y mientras uno descansa por siempre,
y su cuerpo se pudre, y lo comen los gusanos,
en una hoja queda,
una parte del alma que su autor deja,
y la muestra, y la exhibe al mundo,
y él vive y vivirá por la eternidad.


Alán Quintana

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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Unknown dijo...

Excelente.... simplemente excelente...